La reparación de llantas permite recuperar llantas dañadas por golpes, desgaste, corrosión u otros factores. Puede aplicarse tanto a llantas de acero como a llantas de aleación (aluminio o aleaciones livianas), aunque el tratamiento y las posibilidades varían según el tipo.

 Tipos de reparaciones comunes en llantas

1. Desabollado o enderezado

·       Causa: Golpes contra cordones, pozos o accidentes.

·       Síntomas: Vibración al conducir, pérdida de aire, dificultad para balancear.

·       Proceso: Se usa una prensa hidráulica o torno especializado para devolver la forma circular.

·       Importante: En llantas de aleación, debe hacerse con mucho cuidado para no fracturar el material.

2. Reparación de fisuras o grietas

·       Causa: Golpes fuertes, fatiga del material o defectos.

·       Proceso: Se suelda la zona fisurada (normalmente con soldadura TIG en llantas de aluminio) y se lija/pule para recuperar su forma.

·       Riesgo: Una fisura mal reparada puede provocar pérdida de aire o un fallo estructural grave. No siempre es recomendable reparar si la grieta es muy grande o en zonas críticas.

3. Rectificación o torneado

·       Causa: Llantas que presentan desgaste irregular o deformaciones mínimas.

·       Proceso: Se tornea la llanta en un torno especial para dejar la superficie pareja.

·       Utilidad: Mejora el contacto con el neumático y ayuda en el balanceo.

4. Reparación estética (pintura o pulido)

·       Causa: Rayones, corrosión, desgaste de pintura o pintura vieja.

·       Proceso: Incluye lijado, pintura en polvo (pintura electrostática), lacado, o pulido a espejo en llantas cromadas.

·       Resultado: Recupera el aspecto visual y puede proteger contra corrosión.

5. Reparación de asiento del talón

·       Causa: Corrosión u óxido donde el neumático hace contacto con la llanta.

·       Síntomas: Pérdida lenta de aire o dificultad para sellar el neumático.

·       Solución: Se limpia la zona y se puede aplicar un sellador especial.

¿Cuándo NO conviene reparar una llanta?

·       Grietas profundas o múltiples.

·       Doblado severo en el área del aro o cerca de los rayos.

·       Llantas con múltiples reparaciones anteriores.

·       Material muy debilitado (riesgo estructural).

En esos casos, la recomendación es reemplazar la llanta por seguridad.

¿Cuándo revisar una llanta?

·       Después de un golpe fuerte o si sentís vibraciones.

·       Si el neumático pierde aire sin causa visible.

·       Si notás desgaste irregular del neumático.

·       Durante el cambio de neumáticos o el balanceo.

La reparación de llantas permite recuperar llantas dañadas por golpes, desgaste, corrosión u otros factores. Puede aplicarse tanto a llantas de acero como a llantas de aleación (aluminio o aleaciones livianas), aunque el tratamiento y las posibilidades varían según el tipo.

Tipos de reparaciones comunes en llantas

1. Desabollado o enderezado

·       Causa: Golpes contra cordones, pozos o accidentes.

·       Síntomas: Vibración al conducir, pérdida de aire, dificultad para balancear.

·       Proceso: Se usa una prensa hidráulica o torno especializado para devolver la forma circular.

·       Importante: En llantas de aleación, debe hacerse con mucho cuidado para no fracturar el material.

2. Reparación de fisuras o grietas

·       Causa: Golpes fuertes, fatiga del material o defectos.

·       Proceso: Se suelda la zona fisurada (normalmente con soldadura TIG en llantas de aluminio) y se lija/pule para recuperar su forma.

·       Riesgo: Una fisura mal reparada puede provocar pérdida de aire o un fallo estructural grave. No siempre es recomendable reparar si la grieta es muy grande o en zonas críticas.

3. Rectificación o torneado

·       Causa: Llantas que presentan desgaste irregular o deformaciones mínimas.

·       Proceso: Se tornea la llanta en un torno especial para dejar la superficie pareja.

·       Utilidad: Mejora el contacto con el neumático y ayuda en el balanceo.

4. Reparación estética (pintura o pulido)

·       Causa: Rayones, corrosión, desgaste de pintura o pintura vieja.

·       Proceso: Incluye lijado, pintura en polvo (pintura electrostática), lacado, o pulido a espejo en llantas cromadas.

·       Resultado: Recupera el aspecto visual y puede proteger contra corrosión.

5. Reparación de asiento del talón

·       Causa: Corrosión u óxido donde el neumático hace contacto con la llanta.

·       Síntomas: Pérdida lenta de aire o dificultad para sellar el neumático.

·       Solución: Se limpia la zona y se puede aplicar un sellador especial.

¿Cuándo NO conviene reparar una llanta?

·       Grietas profundas o múltiples.

·       Doblado severo en el área del aro o cerca de los rayos.

·       Llantas con múltiples reparaciones anteriores.

·       Material muy debilitado (riesgo estructural).

En esos casos, la recomendación es reemplazar la llanta por seguridad.

¿Cuándo revisar una llanta?

·       Después de un golpe fuerte o si sentís vibraciones.

·       Si el neumático pierde aire sin causa visible.

·       Si notás desgaste irregular del neumático.

·       Durante el cambio de neumáticos o el balanceo.